jueves, 11 de diciembre de 2008

Engranajes y óxido

Caminante, sobre eternas pasarelas de herrumbre, de aceros cuyo resonar en el eco de lo eterno, se carcomen con cada paso que das.


Cada gota de agua, de sudor, de sangre, asalta mortalmente a éste apogeo industrial, que en profundos chirriares solo acrecienta, cual cáncer hermoso, de pistones, hélices y golpes de martillos hidráulicos, expandiéndose en tu interior con la mas maravillosa de las maquinarias, que, lejos de la frialdad electrónica, incrementa tu calor e inestabilidad.

Piezas de un puzzle perfectamente enlazadas, que lentamente desintegran su composición en óxidos y virutas mediante orgánico desgaste, piezas a renovar a cada rotura con nuevas aleaciones, que aún inoxidables, serán carcomidas tarde o temprano. Y formará el oxido las mas hermosas pinturas, de ilimitada variedad, sobre el gélido lienzo inquebrantable, aleatorias bellezas de crudo combate entre el liquido y el sólido, terminando ambas en armoniosa comunión.

Engranajes de rítmicos golpeteos, vapores emanados al son, y al paso resuena el aullido de sirenas, que anuncian tu llegada.

La máquina se inclina ante ti, el oxido es tu aliado y la continua construcción del mas perfecto de los engranajes tu labor.

¡Cuan demencialmente maravillosa puede llegar a ser la mente del ser humano!

lunes, 8 de diciembre de 2008

Reflexiones (1) -Beta

He terminado mi trabajo. Por hoy, no mas obligaciones ocupan la pésima red neuronal que conforma mi mente.
Estiro mis agarrotados musculos y contemplo el resultado de mi trabajo. No me siento satisfecho con el, como nunca me he sentido satisfecho con casi ninguna de mis obras, pero sobrepasa con creces el nivel de aceptable. Es suficiente para mi. Mi cuerpo me pide un descanso, pero mi mente sigue en activo.

Cierro photoshop y me aseguro con desgana de que todos los trabajos se mantengan en correcto estado de orden y elaboracion, sin dejar de pensar en que quizá deberia adelantar otras cosas antes de que se acumulen en la agenda, aunque pronto deshecho esta idea de mi cabeza.

El fondo de pantalla se enfrenta ahora a mi mirada, y algunas pequeñas ventanas de messenger parpadean de forma incómoda en la barra de tareas. Odio ese programa, pero lo necesito. Es la unica forma de mantenerme en contacto privado con gente que, de otra forma, me sería imposible conocer.

Reflexiono unos instantes acerca de ésto y acerca de las ventanitas que parpadean con insistencia, acerca de mi relacion con las personas que hay detras de otras pantallas como la mía y acerca de si realmente estaran sonriendo tras sus XD, o, como yo por lo general, mostraran por lo general una expresion nula, llevada por la impotencia de no ver las caras ni oir las voces de mis interlocutores, concentrado solo en mostrar mi ser mediante la palabra escrita, y emulando algunas medias sonrisas en ocasiones.

Me doy cuenta de que repentinamente mi cabeza ha empezado a divagar acerca de estupideces no productivas. Una parte de mi esta disfrutando, otra sabe que estas divagaciones no llevarán nada bueno, y que probablente mi pensamiento me lleve navegando a temas y hechos incómodos y complejos, de los cuales no solo no sacare nada en claro, sino que en pos de ser peor todavía, solo me alimentaran con preocupaciones y nuevos interrogantes.

Intento dejar de pensar en ello, buscar temas sencillos o individualistas que tratar conmigo mismo, y me veo asaltado por docenas de nuevos pensamientos de índoles aparentemente aleatorias. Me veo incapaz de concentrarme, incapaz de tratar un solo tema en mi cerebro, y estoy demasiado cansado como para afrontarlos como es debido.

En mi inicio de asfixia mental, busco un salvavidas rapido. Pico un par de veces en el icono de algun videojuego, a mas frenético mejor.

Minutos despues, mis manos y mi mente funcionan a la par. Estoy demasiado ocupado sobreviviendo como para pensar en temas realmente complejos. Sin embargo sigo oyendome a mi mismo, planteando docenas de cuestiones que trato de omitir durante mi tiempo de recreo.

Y asi, durante un breve periodo de tiempo, mi caprichoso cerebro se siente aliviado.






Para que, poco despues, me reproche tal malgasto de precioso tiempo.


*suspiro de resignacion*