lunes, 16 de febrero de 2009

Orucsoralc

De nuevo me asaltaba aquel peculiar y maravilloso sueño. Aquel lienzo bajo la luz de la luna, de reflejos desaturados, del murmullo del envidioso oceano sobre las rocas de la escollera y del horizonte azabache hecho cielo sobre nuestras cabezas... De nuevo nuestros cabellos meciendose y nuestras miradas encontradas.

De nuevo aquellos labios hermosos, delicados, de nuevo aquella hermosa ruptura cromatica, de nuevo un timido roce, una sonrisa, un latido, un renacer, un fuego interior que se aviva hasta tomar mi cuerpo y mi alma para convertirme en el niño ilusionado que antaño fuese...

pero se el final de esta historia y cierro los ojos. Cuando los abra volveré a mi cama, maldeciré, volvere a tomar mochila y maleta y me largaré una vez mas al unico amante que nunca parece fallarme: El tren.

Reuno valor. "Cuanto antes termine mejor", me digo. Despego apesadumbrado los parpados de mis húmedos globos oculares.
...
Y mis pupilas se contraen hasta casi desaparecer en la mancha caoba de mi iris, no puedo sino parpadear repetidas veces en mi completa incredulidad, y finalmente de lo mas hondo de mi ser surge la mas maravillosa carcajada emitida en años.

Ahi sigue, sonriendo bajo la luna y el cielo azabache, rodeados por la fría brisa y el rugido del mar, permanecemos en el mas maravilloso y cálido de los abrazos, en un instante grabado a fuego en la que fuese un alma muerta

Y en un instante, en un beso, en una caricia, todo cuanto creyese muerto vuelve a la vida...

Y la fe en los sueños premonitorios con ello.




Gracias por devolverme a la vida...

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Odín te bendiga, cabeza de hierro, por tu premonición de que pudiese cumplirse, jajaja.


Salud, galletas, y sueños de todos los sabores para todos!



y a los insensibles... palmaditas en la espalda!

domingo, 1 de febrero de 2009

Claroscuro

Claroscuro de luna reflejado sobre su piel, y de ésta a mi retina viajan sus reflejos. Paleta de sueños en blanco y negro, cromatismo desaturado sobre las olas del mar que ante nuestros ojos nos contempla, y en fusión casi perfecta con un tímido horizonte, el cielo azabache nos otorga un millar de pequeñas luces.
Las nubes dan tregua a sus fúnebres llantos. La brisa emite un cómodo susurro, parece entonar delicadas palabras a nuestros cabellos, que meciéndose como finas hebras de negro sobre blanco, crean el contorno de dos miradas encontradas.

Unas pocas pinceladas en carmín sobre carnosos labios me toman como dueñas, sucumbo bajo su ruptura cromática. Un tímido roce de ésta rebelión en mi mundo, una sonrisa cálida, una mirada de ébano y marfil… Un latido estremece el mundo. Algo vuelve a la vida.





Abro los ojos. Me hallo en mi cama en una posición que podría perfectamente formar parte de un manual de yoga, las sábanas enredadas por mi cuerpo y las mantas en el suelo. El frío me hace reaccionar y las recupero cuanto antes. (No puedo permitirme un resfriado) Contemplo el reloj y todavía faltan horas para iniciar una nueva jornada estudiantil. Maldigo, y me acurruco de nuevo en mi rincón. Desearía haberme quedado allí, mantener una noche eterna con la joven de los labios de carmín, contemplando la luna y sintiendo la brisa, pasar horas en minutos, volver a sentir el latido de un alma moribunda, y sonreír como un niño que nunca hubiese perdido la inocencia.

Sonrío a cobijo del cálido edredón. Me anima la perspectiva de volver a tan maravilloso sueño, pero no es esto lo que me hace sonreír.

Pues siempre me gustó creer en los sueños premonitorios aún siendo estos imposibles.

Estúpido? masoquista? Quizás.


Pero aun así hermoso y divertido